Sara Muñoz Muriana
La novelística galdosiana está plagada de enfermedades psicosomáticas, psiquiátricas o infecciosas como la viruela o la difteria, así como enfermedades agudas como el cólera o la tuberculosis pulmonar. Sin embargo, en este vademécum cultural, se dan cita otros males menores o “pequeñas molestias”, como las llamara Arthur Conan Doyle, que si bien no aparecen revestidas de los mismos tintes catastrofistas que otras enfermedades de mayor impacto social, sí afectan el día a día de los personajes y se erigen, en ocasiones, determinantes de tramas y conflictos novelescos. Los personajes galdosianos padecen de tuberculosis, difteria, peste o cólera, pero también de simples catarros, dolores de muelas, molestias estomacales, enfermedades de la piel, mareos o migrañas que ocupan un lugar recurrente y prominente en la narración, determinando actitudes, comportamientos y vivencias, prestándose por ello a una lectura metafórica merecedora de atención crítica. Este ensayo explora estos males menores, harto conocidos por corrientes pero poco estudiados desde una perspectiva crítico-literaria, y el dolor asociado a los mismos como espacios simbólicos desde los que examinar, problematizar, cuestionar y someter a crítica ciertos males sociales, diagnóstico de toda una nación, los cuales corren paralelos a la forja de un proyecto moderno, todo ello en una época de enorme inestabilidad política, social y económica.