El presente artículo examina la forma en que lo fantástico y lo nacional confluyen en El puñal del godo (1843) y La calentura (1847), dos dramas en un acto de José Zorrilla. Ambos reformulan la famosa leyenda de don Rodrigo, rey visigótico derrotado por los árabes en la Batalla de Guadalete (711). Mediante la lectura atenta de una y otra obra se iluminarán algunos hechos clave ignorados por los especialistas: la estrechísima relación entre el aparato fantástico y la tensión escénica; la función recreativa del elemento sobrenatural; y la vigencia en la España decimonónica de los valores nacionales encarnados por los godos de Zorrilla. Para demostrar lo relativo a la fantasticidad, se someten a examen aspectos como el fatalismo simulado, los errores perceptivos, o los prodigios meteorológicos y médicos. Lo tocante a la moral nacional sale a relucir en el comentario de varios principios militares y sexuales vinculados al mantenimiento del orden interno. En última instancia, se concluye que Zorrilla sintió una alta consideración por el género fantástico; la suficiente como para fusionarlo sin reparos con un episodio nuclear del imaginario nacionalista. Asimismo, se concluye que ambas obras establecen una filiación cultural entre los antiguos visigodos y los modernos españoles.