El concepto de desengaño siempre ha estado relacionado con la ideología barroca inclinada al desencanto neoestoico, enfocado al descubrimiento de un engaño de los sentidos que mostrará una realidad menos feliz. Este valor ideológico, presente en la obra de Calderón y ejemplificado en múltiples ocasiones con La vida es sueño, debe ser completado con otros valores del concepto que incluso son más frecuentes y numerosos en el conjunto de su obra. El principal será el desengaño como elemento esencial del enredo. Engaño y desengaño son elementos esenciales de la acción dramática y Calderón explota ese recurso constantemente con el desengaño amoroso, el engaño y desengaño tan frecuente en las comedias de capa y espada o en las elaboradas confusiones del enredo teatral. Ese valor del desengaño no debe ser olvidado porque forma parte esencial y, en ocasiones, principal, de la concepción dramática del poeta.