Susana Truchuelo García
Las villas guipuzcoanas se fueron conformando desde el periodo medieval como cuerpos políticos, que incorporaron una realidad intracorporativa compleja que se identificaba en su unidad y en su diversidad por la defensa de unos intereses compartidos, entendidos igualmente en términos de exenciones, privilegios o preeminencias. Es el caso de los extranjeros, los armeros, los soldados o los oficios manuales, pero también de la nobleza y de los campesinos sujetos a las villas cabezas de jurisdicción. En este trabajo se reflexiona en torno a las expresiones corporativas del complejo entramado socio-político y económico característico de las corporaciones urbanas y de la propia Provincia de Gipuzkoa, modeladas como resultado de las interacciones internas y externas planteadas a lo largo del tiempo, y cuya capacidad de acción política se canalizó a través de vías diferentes.