Carolina Bustamante
La necesidad del periodista de obtener la primicia en las plataformas digitales trae consigo el descuido de la ortografía y la gramática. Esto evidencia la falta de un conocimiento sólido que permita identificar las palabras que están o no dentro de la norma, lo que origina el empleo de usos inadecuados, adquiridos por el colectivo como consecuencia de su desconocimiento de la lengua y de la confianza conferida al periodista. El estudio determinó en qué medida estos usos periodísticos han permeado en el habla cotidiana, con la ayuda de una encuesta sobre las preferencias de uso de cinco palabras recurrentes en textos informativos, y que llaman la atención no solo por el uso que hacen los periodistas de ellas, sino porque se han extendido al habla coloquial. Estas palabras son ‘colocar’, ‘realizar’, ‘aperturar’, ‘vital líquido’ y ‘femeninas’. Se evidenció que, aunque los usuarios informados advierten estos usos como algo fuera de la norma, una mayoría no informada los asume como correctos, inclusive en el gremio periodístico, ya que la interacción constante con los términos hace que el redactor asimile estos calcos y los traslade al habla cotidiana, lo que acorta los límites entre la lengua escrita culta y la oralidad.