Badajoz, España
La relación que establecemos entre Comunicación Social y Educación está articulada en torno a dos conceptos: Innovación y Tecnología. Cada uno de ellos abordados de forma aislada en cada uno de los textos que presentamos en la revista, debido a la heterogeneidad de los autores y el grado de especialización, pero que, a su vez, sirvieron como motivo de reflexión conjunta en las sesiones del Congreso que precedieron a esta publicación, en Cáceres, entre el 28 y 29 de marzo de 2011.
En el ámbito educativo recurrir al concepto de innovaciones casi ya un lugar común hacía el que todos marchamos por la aportación novedosa que encierra, pero que, en el mayor de los casos, se utiliza como una moneda de uso desgastada precisamente porque se considera un comodín para cualquier discurso al que pretendamos darle un toque de modernidad. De ahí que la intención de los trabajos que se presentan a continuación sea la de volver a acuñar esa moneda para restituir su significado.
Atendiendo al segundo de los conceptos, hay que advertir que desde hace muy poco tiempo, menos del que estimamos, hablar de innovación en el aula se relacionaba directamente con la tecnología, como un aspecto novedoso y evidente a incorporar por el deseo de alcanzar definitivamente la pretendida innovación. Llegados a este punto y, precisamente por la intensidad demostrada y extensión manifiesta, deberíamos interrogarnos no sólo si es necesario introducir la tecnología en el aula solamente para colmar nuestras ansiadas expectativas innovadoras, o si también su inclusión debe transformar el proceso de enseñanza y aprendizaje.
The relationship we establish between Social Communication and Education is articulated around two concepts: Innovation and Technology. Each of them is addressed in isolation in each of the texts that we present in the journal, due to the heterogeneity of the authors and the degree of specialization, but which, in turn, served as a reason for joint reflection in the sessions of the Congress that preceded this publication, in Cáceres, between March 28 and 29, 2011.
In the field of education, resorting to the concept of innovations is almost a commonplace towards which we all march because of the novel contribution it contains, but which, in most cases, it is used as a worn-out currency precisely because it is considered a wild card for any discourse to which we intend to give a touch of modernity. Hence, the intention of the works presented below is to re-mint that coin to restore its meaning.
Regarding the second of the concepts, it should be noted that for a very short time, less than we estimate, talking about innovation in the classroom was directly related to technology, as a new and obvious aspect to be incorporated by the desire to definitively achieve the intended innovation. At this point, and precisely because of the intensity demonstrated and manifest extension, we should ask ourselves not only if it is necessary to introduce technology in the classroom only to meet our long-awaited innovative expectations, or if its inclusion should also transform the teaching and learning process.