Gabriel Insausti Herrero-Velarde
Durante la década de 1960, Jorge Oteiza (1908–2003), dedicó sus esfuerzos a un replanteamiento del discurso del nacionalismo vasco desde la cultura. Para ello elaboró una idea esencialista de un ‘estilo vasco’ cuyo máximo representante era, paradójicamente, un Pío Baroja que había denostado ese nacionalismo. El argumento oteiziano supone así una (re)invención de la tradición aranista, según la propuesta de Eric Hobsbawm, urgida por las circunstancias y modulada a través de la amistad con otros escritores y lectores de Baroja, como José de Arteche y Miguel Pelay Orozco.