Jorge Daniel Salas Mier
El son mexicano ha pasado por múltiples procesos de adaptación desde el periodo en que se configuró como macrogénero hasta nuestros días. Un ejemplo de esto, en el son del occidente mexicano, es lo que ha ocurrido con las malagueñas, conjunto de piezas de uno de los géneros tradicionales propios para versar, que se ha visto reducido a un son más del repertorio, con un conjunto de versos asociados que poco tiene que ver con la exuberancia que mostró en otras épocas. Sabemos que la creación de nuevas coplas es muy rara en la actualidad. Reflexionaremos a partir de la pregunta ¿por qué un género que en el pasado fue tan fecundo en producción de coplas ha dejado de lado esa productividad?
In the son of Western Mexico, the malagueñas, once one of the traditional genres to sing new coplas, have been reduced to a single son, with a set of associated verses that has nothing to do with the exuberance that it showed in other times. In this case, we know that the creation of new coplas is very rare nowadays, and that improvisation is practically non-existent, unlike what happens in sones from other regions. This leads us to the question: why has a genre that in the past was so fruitful in the production of coplas ceased to be productive?