Una biblioteca personal se forma no solo por las lecturas que tal o cual autor o intérprete haya podido realizar en su vida, también forman parte de su universo otras manifestaciones culturales que deben ser tenidas en cuenta: la radio, la prensa escrita, los cancioneros, entre otras cosas. El presente trabajo intenta mostrar cómo pudo haberse formado -aunque sea parcialmente- la «biblioteca» de Tabaré Etcheverry, un intérprete algo soslayado de aquel movimiento musical de la década del 60 y el 70 del pasado siglo, que se denominó Canto Popular Uruguayo. De esta forma se vislumbra un panorama que tiene en cuenta no solo las relaciones interpersonales de un compositor o sus antecedentes musicales, sino también otros factores que, en ocasiones, son olvidados o minimizados a la hora de pensar en la formación o los antecedentes de los artistas.