Radka Svetozarovová, Antonio Manjón-Cabeza Cruz
El objetivo del presente trabajo es estudiar cómo evalúan los hablantes granadinos (hombres y mujeres) las voces femenina y masculina de las ocho grandes variedades del español propuestas por Moreno Fernández (2009). Para ello, 54 hombres y 54 mujeres de la provincia de Granada rellenaron la encuesta del proyecto PRECAVES XXI (Cestero Mancera y Paredes García, 2015, 2018) basada en la técnica de pares falsos, en la que cada informante escuchó 16 grabaciones pertenecientes a las ocho variedades geográficas previamente mencionadas. La mitad de los encuestados escuchó la voz femenina y la otra mitad, la masculina.
Tras analizar los resultados, podemos concluir que en los datos obtenidos a través de informantes granadinos, hablantes de una variedad estigmatizada, se observa un patrón que apunta hacia valorar mejor la voz femenina en aquellas variedades que se podrían considerar innovadoras, mientras que ocurre al revés en modalidades conservadoras del español, donde queda mejor valorada la voz del hombre. Sorprendentemente, esta tendencia es casi idéntica para informantes de ambos sexos. Podemos concluir que en nuestro estudio únicamente influye de forma significativa la voz escuchada y que el prestigio lingüístico de las distintas modalidades del español sí está relacionado con la voz del hablante, masculina o femenina, en concordancia con los hallazgos de Trudgill (1972, 1983).