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Cristina del Moral-Barrigüete
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Granada, España
Este artículo explora la circulación de la literatura en espacios educativos con niñas y niños condicionados por la vulnerabilidad, para entender desde sus tramas socioculturales y sus prácticas circunstanciadas, el sentido que adquiere la educación literaria. Para esto, el estudio se situó en distintos centros escolares de la zona norte de Granada, Andalucía. A partir de una investigación etnográfica con estudio de caso, se acompañó durante nueve meses a ocho maestras (4) y maestros (4) de educación primaria, analizando sus prácticas de lectura, los discursos y las representaciones que se sostenían respecto a ello. Su principal objetivo fue comprender los sentidos educativos que el profesorado le atribuía a la educación literaria en estos espacios. Para lograrlo, se emplearon diversos instrumentos como la observación participante y la entrevista semiestructurada. Los resultados muestran cómo las distintas tensiones y dificultades del entorno confluyen en los sentidos que se le asigna a la literatura. A su vez, queda de manifiesto el valor de prácticas de lectura y representaciones compartidas a nivel institucional, como una forma de afianzar el hábito y el fomento lector. Se concluye que la educación literaria constituye en estos espacios de comunicación una respuesta ética, desde el cuidado y la responsabilidad por el otro.
This paper explores the circulation of literature in educational environments conditioned by vulnerability, in order to understand from their socio-cultural fabrics and circumstantial practices, what uses and representations exist around literature and its teaching. To this end, the study was carried out in different schools located in the northern area of Granada, Andalusia. Based on an ethnographical research with a case study, eight primary school male (4) and female (4) teachers were accompanied for nine months, analyzing their reading practices, discourses, and the representations that they themselves held. The main objective was to understand the educational meanings that those teachers attributed to literary education in these spaces. To achieve this, multiple qualitative techniques were used, such as participant observation, interviews and documentary analysis. The results show how the different tensions and difficulties of the environment converge in the particular meanings assigned to reading. At the same time, the value of reading practices and shared representations at the institutional level, as a way of strengthening reading habits and encouraging reading, becomes evident. It is concluded that literary education acquires an ethical dimension in these spaces of communication, based on care and responsibility for the other.
