Este artículo analiza la novela Riberas del Averno(San José, Editorial de la Universidad Costa Rica, 2003), de Jaime Fernández Leandro, para determinar la correlación que el texto establece entre los espacios narrados —rural y urbano—y los caracteres morales de quienes habitan dichos espacios. Inicialmente explora algunos rasgos teóricos de la novela policíaca / detectivesca / negra, en relación con sus códigos morales. Específicamente, se verá que Riberas del Avernotraza una frontera espacial que responde a un enfoque moral particular, el cual opone laespacialidad rural con la urbana. En otras palabras, la novela se inscribe en una tradición literaria e ideológica latinoamericana que inicia en el siglo XIX y se prolonga hasta el siglo XXI: la dicotomía campo / ciudad y su correlato civilización / barbarie. Esta oposición ha favorecido el establecimiento de un orden y de un control social en América, a partir de considerar lo rural y lo urbano como espacios morales antagónicos, en los cuales la civilización urbana ofrece la ley y el orden, mientras que la espacialidad rural de la naturaleza es el nicho del crimen, el caos y la barbarie
This article analyzes thenovel Riberas del Averno(San José, Editorial de la Universidad Costa Rica, 2003)by Jaime Fernández Leandroto determine the correlation that the text establishes between the narrated spaces—rural and urban—and the moral characters of those who inhabit these spaces. Initially, the paper exploressome theoretical features of the police/detective/noir novel,in relation to its moral codes. Specifically, it will explain that Riberas del Avernodraws a spatial border that responds to a particular moral approach, which opposes rural and urban spatiality. In other words, the novel is part of a Latin American literary and ideological tradition that begins in the 19th century and continues until the21st century: the Country / City dichotomy and its correlate Civilization / Barbarism. This opposition has favoured the establishment of order and social control in America, based on considering the rural and the urban as antagonistic moral spaces, in which urban civilization offers law and order, while the rural spatiality of nature is the niche of crime, chaos and barbarism