Esta tesis doctoral explora el género literario de la crónica en América Latina. El objetivo de este trabajo es el de, a través del estudio de sus componentes específicos y de sus autores destacados, señalar cómo esas voces que suelen integrar un colectivo ignorado o masas anónimas resultan individualizadas y hallan un espacio de expresión en la crónica. El corpus está distribuido en tres bloques históricos del género: el primero, desde los Cronistas de Indias hasta el modernismo; el segundo, centrado en los pioneros de la crónica: Gabriel García Márquez, Rodolfo Walsh, Tomás Eloy Martínez y Elena Poniatowska; y, el tercero, centrado en cuatro de los “Nuevos Cronistas de Indias”: Martín Caparrós, Juan Villoro, Leila Guerriero y Alberto Salcedo Ramos. El concepto de intrahistoria de Miguel de Unamuno cobra crucial relevancia en esta investigación para retratar diversos países hermanados por un mismo escenario: el de la violencia. La crónica, nombre con el que se conoce en América Latina en la actualidad a este género, es una expresión vernácula y anterior al Nuevo Periodismo estadounidense. La crónica vive en el siglo XXI un momento de esplendor reflejado en el prestigio que poseen sus exponentes y en un circuito que sus propios autores impulsaron (programas educativos, premios y festivales). Algunos críticos incluso han señalado que la vitalidad de la crónica se puede considerar el “segundo boom latinoamericano”, un argumento que esta tesis niega. La conclusión a la que este trabajo arriba es que la crónica es un género que, gracias a su retórica basada en la oralidad, permite atesorar voces y experiencias alejadas de las esferas del poder y plasmarlas en piezas literarias.