El presente trabajo versa sobre nomenclaturas hispanolatinas, esto es, repertorios ordenadores temáticamente bilingües español- latín. La historia de estos vocabularios arranca en 1493, con la obra de Elio Antonio de Nebrija ("Lexicon seu parvum vocabularium"), y finaliza en 1745, con la publicación del repertorio de José Patricio Moraleja (Ramillete cursioso de voces hispanolatinas); en este intervalo de tiempo, se componen además el Lexicon puerile (1560) de Juan Lorenzo Palmireno, las Curiosidades de la Gramática (1591) de Miguel de Saura, el Libro muy útil y curioso para aprender la latinidad (1599) de Miguel Navarro, el Thesaurus puerili (1615) de Bernabé Soler y el Promptuario (1729) de Nicolás Vellón. Estas nomenclaturas, no obstante, deben de la tradición anterior, pues ya desde la etapa medieval se aprendía latín con repertorio temáticos. Por otro lado, la llegada del Renacimiento y con ella el interés por aprender lenguas modernas tiene importantes consecuencias en la historia de nuestros diccionarios, ya que ven la luz numerosas nomenclaturas en Europa. Se trata, pues, de una larga tradición de lexicografía didáctica de gran importancia para la historia de nuestros diccionarios, de nuestra enseñanza e, incluso, de nuestra lengua. Esta investigación, además de rastrear los repertorios hispanolatinos que hoy conservamos, trata de establecer una estrecha filogenia entre ellos, pues se trata de un tipo de repertorio que formalmente conoce pocos cambios, si bien, la evolución de su contenido es clara y muy atractiva desde un punto de vista extralingüístico. Se completa, finalmente, con un capítulo dedicado a los rasgos que caracterizan a las nomenclaturas, pues hemos podido comprobar que son repertorios mucho más complejos de lo que aparentemente podría pensarse