En Europa, la enseñanza/aprendizaje de una segunda lengua (L2) o lengua extranjera (LE) ha experimentado un cambio sustancial con la publicación en el año 2001 del Marco común europeo de referencia para las lenguas: aprendizaje, enseñanza y evaluación (MCER, Marco). Este documento es la base para la elaboración de todos los escritos necesarios para planificar, desarrollar y evaluar el progreso que un alumno tiene que experimentar para utilizar una lengua con fines comunicativos. Su contenido también hace referencia al contexto cultural de la lengua y a las líneas de actuación de los integrantes de la misma; los elementos culturales y socioculturales. El Instituto Cervantes tomó como base el MCER para la actualización de su currículum y publicó en el año 2006 su nuevo Plan Curricular del Instituto Cervantes (PCIC, Plan Curricular). Esta obra se concibió teniendo en cuenta dos grandes perspectivas: el alumno como sujeto de aprendizaje y la lengua como objeto del mismo y se ha convertido en referente imprescindible a la hora de diseñar y de desarrollar currículos en el campo de la enseñanza del español como lengua extranjera (ELE). El PCIC al igual que lo hace el MCER, se ocupa de los elementos culturales y socioculturales y los recoge en tres inventarios; los contenidos que en ellos se relatan tienen como meta final facilitar al alumno el acceso a nuevas realidades donde pueda desplegar su competencia intercultural.
Las nuevas premisas, introducidas por estos dos documentos, hacen necesario que se plantee una revisión sobre el tratamiento que reciben en los manuales los contenidos culturales y socioculturales por parte de las editoriales más conocidas en la enseñanza de ELE en España. Debido a esto, es necesario planificar una revisión de estos contenidos y analizar la forma de introducirlos en el aula para que, una vez estudiados y evaluados estemos en condición de realizar nuevos planteamientos de los mismos.