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, Esther Burgos Bordonau (secret.) , Emilio Torné Valle (voc.) , Rosa San Segundo Manuel (voc.) , Juan Antonio Yeves Andrés (voc.) Los libros de texto, una vez que han cumplido su función de enseñar, se olvidan y su salvación depende del aprecio y la consideración de sus propietarios. En algunas bibliotecas privadas es posible que los libros de texto hayan tenido su rincón de honor en los estantes, pero en la mayoría de las bibliotecas generales, por un lado, el aprecio ha sido menor y, por otro, al catalogarlos se ha tenido más en cuenta la materia que la tipología, lo que dificulta su identificación. Es, por tanto, tarea de los estudiosos seguir avanzando en la localización, catalogación y conservación de estos libros de texto teniendo en cuenta que son importantes fuentes documentales y testigos directos de la Historia.Si tenemos en cuenta que en siglo XVIII, y anteriores, los escolares utilizaban para la lectura, el dictado y la copia, obras de carácter general (cartillas, catones o catecismos estaban calificados didácticos), y que hasta el siglo XIX no se consideró el libro de texto como tal, se ha elaborado un repertorio que comprende una selección de obras dedicadas al estudio durante los siglos XVIII y XIX, teniendo para este último como referencia las listas de los libros aprobados y censurados para el estudio según la legislación vigente del momento.
