Cordoba, España
Tras la aparición del modelo literario, la poesía se convierte en elemento habitual de los almanaques del siglo XVIII. Los versos se presentan inicialmente como juicios políticos de las lunaciones; sin embargo, el carácter comercial y lúdico de los impresos propiciará que se extiendan a otras secciones y que se vacíen del contenido judiciario. En este trabajo se rastrea y analiza el tratamiento del desengaño en la poesía de los almanaques, decantada hacia el entretenimiento y la diversión. Esto se observa tanto en las composiciones que revisitan tópicos fructíferos en el Barroco como en otras que configuran cómicamente el desengaño de la astrología, sustentado sobre una retórica autorreferencial del género en que los piscatores se identifican con la mentira y el engaño lucrativo.