Se presenta una crónica de la villa 21/24, ubicada en el sur de la ciudad de Buenos Aires, que abarca desde la llegada de los primeros inmigrantes hasta la actualidad, amenazada por el flagelo del paco. La investigación y las conversaciones con sus protagonistas entrañaron dos años de trabajo. Surgió encomendada por sus curas «villeros», quienes requerían que la historia de la comunidad quedara registrada, convencidos de que esta particular villa, la más grande de la ciudad y considerada una de las más peligrosas, tiene un especial ánimo de lucha gracias a la religiosidad popular. Allí el arzobispo Bergoglio habría cimentado el mensaje que luego sería central en su pontificado: el de una Iglesia pobre para los pobres y su exhortación a los «descartados» y excluidos a organizarse en movimientos sociales. Este trabajo procura despegarse del registro referencial, ser más audaz y enfocarse en el «suceso»: la religiosidad popular como fuerza otorgadora de sentido de vida frente a la desesperanza de la pobreza. La religiosidad les aporta identidad, unión, fortaleza y solidaridad. El eje de la historia es considerar a la población villera como inmigrantes que dejan sus zonas de origen para salir de la indigencia y llegan a una ciudad que los rechaza, culpándolos de su miseria. El cronista pretende filtrar la indignación frente al hecho de que los inmigrantes, si bien son requeridos como mano de obra barata, han sido y son repulsados por la población blanca de la ciudad. Este caso ilustra el modo en que una comunidad de inmigrantes sobrevive apoyándose en la religiosidad que les otorga sostén espiritual, idea de unión y sensación de identidad.
The nonfiction story of the 21/24 slum, in the south of the city of Buenos Aires, begins with the arrival of the first immigrants and ends with today’s scourge of «paco» (cocaine paste), the poor man’s drug. The story was commissioned by the slum priests of the neighborhood, who needed that the account of three generations of immigrants not be lost, convinced that this particular community, in the most dangerous and populated slum of the city, has a special strength of resistance thanks to their popular religiosity. Archbishop Bergoglio, who visited the neighborhood often, admired this special strength and their communal organization. As Pope Francis, he preaches a poor Church for the poor and exhorts the excluded and «socially discarded», to organize in social movements, the way he saw this community do. The research and interviews of the principal actors of the story took two years. The chronicler pretends to filter indignation at the way the immigrants are rejected by the white population of the city, when they are real heroes. This case illustrates how a community of immigrants survives in a hostile city that excludes them, by leaning on popular religiosity, which gives them support, bond and sense of identity.