Aunque la muerte del general Francisco Franco en 1975 marca un antes y un después en la reciente historia española, no es hasta una década después que los cambios empiezan a ser ostensibles tanto en la cultura como en la sociedad. A partir de 1986, año de la integración de España en la Comunidad Europea, se aprecia claramente un cambio en el pensamiento de la sociedad española. En el presente ensayo se analiza la emergencia de una nueva episteme cultural, producto de la integración del país en Europa, radicalmente opuesta a los preceptos culturales de la época franquista. La nueva episteme gira en torno a dos conceptos suplementarios y en apariencia irreconciliables: localización y globalización.