El propósito de este estudio es poner en evidencia cómo la novela de Rosario Ferré, La casa de la laguna (1995), y la novela de Rosario Aguilar, La niña blanca y los pájaros sin pies (1992), reescriben el pasado desde un punto de vista marginal y decostruyen la idea de la historiografía como centro y única verdad. Los textos incorporan ciertas técnicas narrativas cuyo resultado es precisamente desestabilizar esa idea central poniendo énfasis en las inconsistencias del sistema de oposiciones binarias. Tras la incorporación de un diálogo entre una voz femenina y una masculina, al igual que perspectivas de diferentes seres marginales y de distintos discursos teóricos, las novelas plantean una interdiscursividad y una polifonía que son elementos carasterísticos de las nuevas novelas históricas. Esta particularidad contribuye a la subversión del discurso tradicional historiográfico e, inevitablemente, de la pareja opuesta hombre/mujer que representa el discurso androcéntrico dominante y el discurso femenino marginal.