En la obra del salmantino Cristóbal de Castillejo aparece una importante reelaboración de la metáfora del «amante náufrago» dentro de la corriente del mare malorum y esta, a su vez, del subgénero de la sátira antiáulica, de la que el autor es uno de los máximos representantes. En este trabajo se aborda el tratamiento e inversión de este topos clásico, con el objetivo de denunciar y satirizar algunos de los vicios más escandalosos de la corte: la hipocresía, la falta de reconocimiento de los méritos personales o la mutabilidad de la misma. En sus escritos se desarrolla con agilidad y humor la doble metáfora del amor-mar, con la que se incluyen algunos de los motivos más recurrentes en la literatura anticortesana tales como la tormenta, el naufragio o la barca anegada, en relación con el antiguo tópico de la aegritudo amoris, como proyección de los numerosos males que sufren los cortesanos. A partir de esta asociación se denuncian, además, los riesgos y peligros de la aventura «amorosa» —entendida como tal la experiencia cortesana—, comparados a los de una improvisada y temeraria navegación, mediante una novedosa aportación y un giro de la famosa oposición corte / aldea.