La llegada de la Democracia hacía presagiar un cambio en las circunstancias de los miembros de la Generación Realista, que habían sufrido los rigores de la censura o se habían visto obligados a marchar al exilio para poder crear con libertad. El optimismo inicial dio paso a una decepción creciente en todos ellos que vieron cómo, lejos de ser requeridos con mayor asiduidad por los escenarios, su teatro era, además, desdeñado por la crítica. En el presente artículo se analiza la trayectoria de algunos de ellos –Agustín Gómez-Arcos, Carlos Muñiz, Alfredo Mañas, Ramón Gil Novales, Ricardo López Aranda y Andrés Ruiz López– a partir de 1976, atendiendo no solo a su suerte en la génesis y edición de nuevos textos sino también a los montajes –y la recepción crítica de estos– a los que su obra dio lugar.
The arrival of democracy seemed to presage a change for the members of the Realistic Generation, who had suffered the harshness of censors or that were forced to take up exile in order to be able to create freely. The initial optimism lead into an increasing disappointment in all of them, who saw that, far from being required more often in stage, were dismissed by the critics. This essay analyses the career of some of them –Agustín Gómez-Arcos, Carlos Muñiz, Alfredo Mañas, Ramón Gil Novales, Ricardo López Aranda y Andrés Ruiz López– from 1976 onwards paying close attention not only to their creation of new texts but also to their premieres –and the critical reception of these– originated by their plays.