Analía B. Skoda Otero
Existe un área de la literatura que, desde hace varios años, en la Argentina, intenta introducirse en el campo de la crítica literaria buscando su propia legitimación. Nos referimos a la Literatura Infantil y Juvenil generalmente denominada con las siglas LIJ. A tal efecto, analizaremos en primer lugar las especificidades del campo: doble receptor o destinatario, adaptabilidad al lector, selección léxica adecuada al receptor. Luego, focalizaremos en los agentes que interceptan su canon: escuelas, editoriales, mediadores. Por último, fundamentaremos la importancia de lo que creemos que aún hoy es una necesidad: el desarrollo de la crítica literaria que acompañe y legitime el corpus.