Este trabajo propone una relectura de La chambre claire (1980) desde una perspectiva luctuoso-fúnebre a través de las nociones de trabajo de duelo, de reliquia y de espectro. Postulamos que la fotografía puede ser concebida como reliquia por el gesto deíctico paradójico que la caracteriza: señala que algo fue y que ya no es, pero pervive en esa imagen que certifica su presencia pasada y crea ilusión de permanencia en el presente. La fotografía, como objeto material, adquiere capacidad de agencia sobre el sujeto que la observa, propiciando una interacción somático-emocional que reviste la forma de un espectáculo espectral: la imagen provoca dolor porque apunta al retorno del muerto. Esta relación entre Fotografía y Muerte deriva de una atrofia temporal alucinada que reproduce la imposibilidad de dejar ir del duelo.
This paper proposes a re-reading of La chambre claire (1980) from a mourning-grief approach —through the concepts of work of mourning, relic and spectre. We postulate that photography can be conceived as relic because of its paradoxal deictic gesture: it points out something that once was but no longer is, something that still lives in that image that both certifies its past existence and generates an illusion of presence. Photography, as a material object, acts on the observing subject promoting a somatic-emotional reaction in the form of a spectral performance: the image causes pain because it points to a return of the dead. This relationship between Photography and Death stems from a hallucinated time atrophy reproducing the impossibility to let go that is natural to the grieving process.