Madrid, España
Aprender una segunda lengua o lengua extranjera durante la adolescencia o edad adulta constituye un complejo desafío. Dicha complejidad a menudo resulta en un alto índice de variabilidad sobre los logros, ya que es frecuente encontrarse con que personas con experiencias de aprendizaje de una L2/LE similares desarrollan niveles de competencia lingüística sustancialmente distintos. En un intento de identificar las causas de dicha variabilidad, investigadores del campo llevan más de dos décadas estudiando el papel que diferentes factores, tanto internos como externos al estudiante, desempeñan en el proceso de aprendizaje. De entre todos los que se han estudiado e identificado como relevantes en el proceso de adquisición, nos encontramos con que el contexto de aprendizaje se erige en un factor crucial. Entre los diferentes tipos de contextos que se han estudiado, el de aprendizaje natural se ha identificado como especialmente favorable para el desarrollo de una L2/LE. Entre las razones que se atribuyen a dicha condición propiciatoria, se destaca el hecho de que este tipo de contextos de aprendizaje brindan una mayor cantidad de oportunidades de exposición, uso e interacción con un input en la L2/ LE que resulta ser considerablemente más auténtico, rico, interactivo, perceptible y significativo. Estas condiciones son consideradas como sine qua non para el desarrollo y aprendizaje de una L2/LE, pero no suelen encontrarse disponibles en contextos de instrucción formal como puede ser un aula de clase. No obstante, esto no implica, en absoluto, que existan contextos de aprendizaje que sean intrínseca ni automáticamente mejores. Por el contrario, lo que esta situación pone de manifiesto es el hecho de que existen diferencias cualitativas entre las condiciones de posibilidad que suelen darse entre los diferentes contextos de aprendizaje. Dada esta justificada relevancia de los factores contextuales, en el presente capítulo se ofrece una revisión de estudios que aportan evidencia empírica sobre algunas de las consecuencias o implicaciones más notables, a nivel lingüístico, neurocognitivo y socioafectivo del mismo.
Learning a second or foreign language during adolescence or adulthood is a complex challenge. This complexity often results in a high rate of variability on achievement, as it is common to find that people with similar SL/FL learning experiences develop substantially different levels of language proficiency. In an attempt to identify the causes of this variability, researchers in the field have spent more than two decades studying the role that different factors, both internal and external to the student, play in the learning process. Of all those that have been studied and identified as relevant, we find that the learning context stands as a crucial factor. Among the different types of contexts that have been studied, natural learning has been identified as especially favorable for the development of an SL/FL. The advantage of this modality is that provides a greater number of opportunities for exposure, use and interaction with input in the SL/FL that turns out to be considerably more authentic, rich, interactive, perceptible and meaningful. These conditions are considered as sine qua non for the development and learning of a language, but they are not usually available in contexts of formal instruction such as a classroom. However, this advantage does not imply that there are intrinsically or automatically better learning contexts. On the contrary, what this situation reveals is the fact that there are qualitative differences between the conditions of possibility that usually exist between the different learning contexts. Given this justified relevance of contextual factors, this chapter offers a review of studies that provide empirical evidence on some of its most notable consequences, at a linguistic, neurocognitive and socio-affective level.
Variante del tít.: Factores contextuales y sociales en la enseñanza de español como segunda lengua-español como lengua extranjera.