Estados Unidos
El siguiente artículo se enmarca en la línea de los estudios de redes de cuidados de las disidencias sexuales. Invirtiendo la lectura de la masculinidad femenina de Jack Halberstam, quien ve en las prácticas corporales de identificación masculina de los cuerpos femeninos verdaderas tácticas antropotécnicas de la disidencia sexo-genérica (23) así como encuentros sentimentales de la sexualidad masculina (Kosofsky 33), propongo que las disidencias sexuales en la narrativa chilena del siglo XX han utilizado un imaginario femenino disidente global para enfrentar diferentes momentos de crisis de la identidad nacional. En particular, propongo que los artistas y escritores Augusto D'Halmar, Claudia Donoso, José Donoso, Paz Errázuriz y Pedro Lemebel crearon una red de apoyo en sus trabajos al buscar en la cultura andaluza y flamenca un archivo de prácticas de la disidencia sexual. En mi lectura, es la presencia de la copla andaluza, sobre todo la que refiere a Sara Montiel, la que permite imaginar una genealogía nacional que reinterpreta el canon en clave de "travestismo trasatlántico" (Pasten, "Cofradías" 48), es decir, estableciendo una red de mutua interpretación de las disidencias entre Chile y España