María Rosa Palazón Mayoral
En los días de luna llena, los mesoamericanos vieron en ella la oscura figura de un Conejo. Dice el Popol Vuh que este sagaz animalito, simulando ser una pelota, ayudó a los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué en Xibalbá, el inframundo. El «tío orejón» fue localizado, pues, en los cielos, en la tierra y en el subsuelo, atribuyéndosele, además, que ha existido desde los tiempos míticos de la Creación.