En este trabajo se investigan las representaciones de jóvenes y adultos de extranjeros con residencia en Madrid, con diferente origen, formación y tiempo de estudio y estancia en España acerca de la naturaleza de la lengua, su forma de aprendizaje y la incidencia que estas representaciones tienen sobre la actitud positiva o negativa hacia el aprendizaje y uso del español como L2 y la construcción de su identidad como aprendices y hablantes. El objetivo es comparar estas representaciones con las definidas para el colectivo de adultos subsaharianos por Ambadiang (2003) y Ambadiang y García Parejo (2008). Los datos proceden de un cuestionario de 34 preguntas suministrado a 142 sujetos procedentes de 17 países diferentes organizados con fines estadísticos alrededor de 4 grupos de estudio: rumanos, marroquíes, europeos occidentales y europeos orientales. Analizamos sus respuestas mediante procedimientos estadísticos para comprobar la significatividad de las frecuencias encontradas y analizamos los datos con fines descriptivos e interpretativos a partir de las siguientes variables: (i) variables del sujeto: edad, género, país de origen y formación; (ii) contexto sociocultural y sociolingüístico; (iii) contextos de aprendizaje del español (formal o no formal); (iv) contextos de uso del español; (v) resultados de aprendizaje y (vi) variables múltiples, que conforman las variables dependientes que se quieren estudiar, estas son, actitudes hacia la lengua y cultura meta y sus hablantes e interés del aprendizaje del español. Los resultados evidencian que no existe una cultura lingüística diferenciada entre sí entre los cuatros grupos de estudio propuesto motivada por una variable �zona de origen�. Sin embargo, todos como conjunto, a pesar de su heterogeneidad, sí se diferencian del colectivo subsahariano. Es la variable �formación� la que parece incidir más en la construcción de representaciones comunes y, al mismo tiempo, en la diferenciación de actitudes positivas o negativas hacia la L2.