El papel de la enseñanza gramatical en la educación lingüística es objeto de permanente debate. Dos de los principales focos de atención han sido qué y cómo hay que enseñar (el contenido y los procedimientos). Un foco menos explorado ha sido la razón última de la enseñanza gramatical: el 'para qué'. La falta de debate sobre este aspecto ha llevado a cierta simplificación, según la cual enseñar gramática tiene como objetivo mejorar los usos de la lengua. Sin embargo, proponemos explorar más a fondo el 'para qué' de la enseñanza gramatical, vinculándola con la actividad reflexiva. La enseñanza gramatical tendría como objetivo ampliar los recursos del aprendiz para reflexionar sobre la lengua. Sin estos recursos, determinados usos (p. ej., los escritos formales) no son posibles. Situar el 'qué' y el 'cómo' en relación con un aspecto de orden superior, el 'para qué', nos puede ayudar a dar forma a una gramática pedagógica centrada en los procesos reflexivos del aprendiz.